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LA GRAN LUCHA
Las ciudades y las construciones humanas son zonas celestiales. Ni ellas ni las células orgánicas que nos sirven son enemigos poderosos; en cambio, sí lo son las "huestes espirituales de la maldad", con las cuales nos sintonizamos a través de los puntos inferiores que obstinadanete conservamos en nosotros, formando numerosas pandillas de seres y pensamientos sombríos que oscurecen la visión humana y que actúan con sutileza, de modo de no perder a los activos compañeros del ayer.
PAN NUESTRO
Saluda tu día con la oración del reconocimiento.
Tú estás vivo.
En cuanto la vida se expresa, se multiplican las oportunidades de crecer y ser feliz.
Cada día es una bendición nueva que Dios te
concede, dándote una prueba de amor.
Acompaña la sucesión de las horas al cultivar
optimismo y bienestar.